En tiempos antiguos, en lugares como Mesopotamia o Egipto se hacían representaciones de los dioses y sus hazañas, en estas representaciones además de diálogos se hacía uso de la mímica y/o de máscaras durante las escenificaciones, con las que se representaban sentimientos de ira, alegría, tristeza, etc. En Grecia se hacían representaciones similares, en donde se escenificaban las vidas de dioses, semidioses y héroes, representaciones que tenían sus orígenes en los ritos Órficos. Esta tendencia religiosa fue cambiando poco a poco, obteniéndose con el paso del tiempo representaciones que ya no tenían una connotación religiosa tan marcada, aunque sí contaban con infinidad de temáticas en las que se inmiscuían dioses y otros seres mitológicos, pero ya desde un punto de vista más crítico y humano, centrándose las historias en cuestiones políticas, así como en la vida de los reyes y poderosos de la época, es decir, las obras tomaban temáticas de la vida cotidiana y propiamente humanas, dejando de lado lo religioso (aunque sí se seguían tomando temas religiosos, pero con una tendencia moralizadora). Estas representaciones siguieron realizándose utilizando máscaras y al paso del tiempo fueron surgiendo diversos géneros, como las comedias, las tragedias y sátiras, géneros teatrales que pasaron también a Roma y de ahí se extendieron por la cuenca mediterránea mezclándose con diversas corrientes locales obteniendo matices propios encada lugar. Paralelamente al surgimiento del teatro en occidente, se realizaban representaciones en países como china, india y en regiones como Mesoamérica en el continente americano, siendo común a todas ellas el origen religioso de las mismas.
Después del surgimiento del cristianismo y su implantación como religión hegemónica en occidente, (en la edad media), las representaciones teatrales, se enfocaron en temáticas tales como los pasajes del evangelio y las vidas de los santos, surgiendo paralelamente a ellas, obras profanas, obras satíricas, caballerescas y románticas.
Durante el Renacimiento, Barroco y Rococó, el teatro comenzó a dejar parcialmente de lado los temas religiosos, enfocándose de lleno a temáticas de la actualidad vivida por los personajes del momento, ya sean estos personajes eclesiásticos, políticos, alegóricos o o representando arquetipos (charlatanes, mentirosos, enamorados, embusteros, etc.), plasmando diversas inquietudes y temas que no podían expresarse de otra manera, por la censura o las represalias que podían atraerse, es decir, algunas obras comenzaron a usarse como críticas sociales, sirviendo de “espejo” en el que la población podía admirar a su sociedad, aunque con tintes trágico cómicos. Es durante esta época en que comienzan a surgir obras teatrales cantadas, escritas y orquestadas ex profeso, mismas que han evolucionado hasta la actualidad, es el caso de las óperas, operetas, zarzuelas, así como obras dancísticas, tales como el ballet, y diversas danzas